Has presentado el negocio y el cliente te ha dicho que sí. ¡Genial!
Ahora empieza lo más importante: ayudarle a pasar de la intención a la acción.

Y para eso, hay una llamada clave que no puede faltar:
la llamada donde le ayudas a enviar sus primeros 20 mensajes.

No es una llamada para “convencer”. No es una llamada para “formarle”.
Es una llamada para activar.

¿Por qué esta llamada es tan importante?

Porque mucha gente dice “sí”…
pero si no da un primer paso en 24–48 horas, lo más probable es que se enfríe.

Tu objetivo como sponsor no es que entienda todo. Es que empiece con algo pequeño, simple y guiado.

Este paso es parte del sistema, y marca la diferencia entre quien se queda en la intención… y quien arranca de verdad.

¿Qué tienes que hacer tú en esta llamada?

1. Motivar y recordar el paso anterior

Recuérdale que ya tomó una decisión importante: unirse como distribuidor/a. Hazle sentir orgullo por ello y quítale el peso de “saberlo todo”. Dile algo como:

• “Ahora lo más importante no es saberlo todo. Es dar tu primer paso, y yo voy a ayudarte.”

2. Explicar para qué son los 20 mensajes

Aclárale que no son para vender ni reclutar directamente. Son para practicar con personas reales y empezar a crear conversaciones.

Puedes decirle:

• “Vas a enviar 20 mensajes a personas de confianza para ofrecerles un estudio nutricional gratuito. Así prácticas, coges soltura y te das a conocer como coach.”

Además, recuérdale que ese estudio tiene un valor real (30 €). No es un truco. Es un recurso útil, sin compromiso, que puede despertar interés genuino.

3. Hacer juntos la lista de personas

No le dejes solo/a con esta parte. Hazlo contigo, en la llamada.
Haz una pequeña tormenta de ideas en directo: piensa con él/ella en familiares, amigos, conocidos, vecinos, compañeros...

Y muy importante:

• “No prejuzgues. No pienses si van a decir que sí o que no. Solo apunta nombres de personas con las que tengas confianza.”

El objetivo es llegar a mínimo 20 personas.

4. Darle el mensaje exacto que puede usar

Ofrece una plantilla fácil y directa, como esta:

“Hola [nombre], estoy empezando un proyecto como coach de bienestar y necesito practicar con personas reales. ¿Te animas? Es gratis, rápido y me ayudas un montón.”

Explícale que personalice cada mensaje y que hable como lo haría con cualquier persona cercana. Sobre todo, que no haga copia-pega masivo: esto no es spam, es una conversación.

5. Mandar los 20 mensajes en la llamada

Aquí viene la parte más importante: que los mensajes se envíen contigo delante, en ese momento.

¿Por qué? Porque así le ayudas a romper la vergüenza, a hacerlo sin miedo, y a no quedarse bloqueado cuando cuelgue.

Si te dice que le da cosa, respóndele con empatía: “Es normal. Yo también sentí lo mismo al principio. Pero verás que cuando empieces, cambia la energía. Estoy contigo en esto.”

Mientras los manda, puedes animarle y ayudarle con pequeñas dudas o adaptaciones del mensaje. Sobre todo, dile que te reenvíe las respuestas que vaya recibiendo para poder ayudarle con los siguientes pasos.

6. Preparar el siguiente paso: agendar citas

Cuando empiecen a llegar respuestas positivas (y van a llegar), explícale que su siguiente paso será agendar una mini cita con esas personas para hacerles el estudio.

Eso será su primera práctica real como coach, y tú estarás ahí para ayudarle.

Algunos consejos como sponsor:

• Mantén una actitud positiva y cercana.
• Hazle sentir que no está solo/a.
• Refuerza que esto es solo el primer paso, y que lo va a hacer muy bien.

Frases que puedes usar:

• “No se trata de hacerlo perfecto, sino de empezar.”
• “Yo voy a estar contigo en este paso. Vamos juntos.”
• “Lo importante no es a quién le digas, sino que empieces a decirlo.”

En resumen

• Esta llamada debe hacerse lo antes posible tras la presentación.
• Tu objetivo es que el nuevo distribuidor se active con una acción concreta.
• Si envía los mensajes, empieza a tener resultados.
  Si tiene resultados, se motiva.
  Y si se motiva… el sistema ya está en marcha.

¿Listo para hacer esta llamada?
Tu nuevo distribuidor lo necesita. Y tú ya sabes cómo guiarle.